Hace unos 50 años, la gente usaba cámaras de 35 mm e Instamatic del mismo modo que nosotros usamos telefonos inteligentes en la era de Instagram y Snapchat. Tomaban fotos de lo que comían y bebían, de los lugares que visitaban en vacaciones y de las fiestas que celebraban. Inmortalizaron nacimientos de bebes, la bicicleta nueva de un niño o un televisor en color, el turismo en parques nacionales, las salidas a pescar, bodas, fiestas en la oficina, reuniones familiares y parejas bebiendo, cogidos de la mano, besándose o bailando. Estas ocasiones solo tenían sentido para quienes participaban, o tal vez ni siquiera para ellos. El objetivo último de The Anonymous Project es imaginar cuál fue su razón de ser, las emociones ocultas o los motivos que impulsaron a alguien hace decadas a tomar una fotografía.
Todo comenzó con una simple compra en eBay. El cineasta Lee Shulman compró un conjunto de diapositivas Kodachrome de 35 mm de fotos familiares anónimas y quedó tan impresionado por “el valor emocional de estos pedazos de vida” que supo que debía tener más. Lanzó The Anonymous Project en 2017 y desde entonces ha reunido unas 700.000 imágenes por medio de donaciones o adquisiciones a vendedores de objetos usados.