Chaguales, palmas, araucarias, quiscos y un sinnúmero de especies pasaron por el ojo y los lienzos de Marianne North, reconocida como una de las aventureras e investigadoras más importantes de todos los tiempos. Casi no hubo lugar que no pisaran sus botas, América, Asia, África, Europa y Oceanía, en la acuciosa búsqueda de las especies más particulares del planeta. Amiga de Charles Darwin y gran promotora del Kew Garden de Londres, el territorio chileno formó parte de su última expedición de 1884: North ilustró con maestría y narró en sus cuadernos un vibrante retrato entre quebradas, empinados cerros, más allá de los bosques.