Jerome Rothenberg se yergue como columna vertebral de una poesía que rompe el tiempo al cruzar sesenta años de historia con el flujo de las raíces sanguíneas y espirituales que lo forjan. Las diversas formas en las que plasma sus poemas, también van creando una arquitectura rítmica a veces fluida, otras como dos imanes batallando por una palabra en medio de un río correntoso. Desde la historia de su pueblo, de una religión, al dolor de la migración; del encuentro con los nativos tras el transtierro, del choque entre las visiones, del abuso y genocidio, de unos contra otros, y de otros contra los suyos, desde aquel terror al horror de los infiernos, Trump, Lorca, Goya y el cruce de los sentidos.
Señala el poeta Kenneth Rexroth: «Jerome Rothenberg es uno de los poetas estadounidenses verdaderamente contemporáneos que ha devuelto la poesía de Estados Unidos a la corriente principal de la literatura moderna internacional… Nadie que escriba hoy ha profundizado tanto en las raíces de la poesía como él»