Puerto Cristal aparece como un fantasma dentro de la región de Aysén. Con una presencia siempre evanescente, que transita entre el recuerdo de sus hijas e hijos, hasta el olvido por parte de la (geo)política nacional, aquella que les obligó a una dispersión forzosa y el cierre abrupto de sus vidas; Puerto Cristal se presenta como recuerdo discontinuo dentro del imaginario colectivo, como un verbo pretérito, una realidad difusa, con una capacidad visual que nos arroja múltiples imágenes, invocando temporalidades no siempre lineales, y continuamente anquilosadas a las memorias de quienes conjuran el recuerdo.
A través de un conjunto de fotografías, conoceremos la procesión anual de las familias cristalinas para saludar y hermosear el cementerio donde descansan aquellos cristalinos que aún “viven” en el campamento.