Berkeley, California, otoño de 1980. En la cima de su carrera y después de años de negativas, Julio Cortázar acepta dar un curso universitario de dos meses en Estados Unidos. Como cabía esperar, no se tratará de conferencias magistrales sino de una serie de charlas sobre literatura, y sobre todo acerca de su experiencia de escritor y la génesis de sus obras.
Las clases tratan gran diversidad de temas: aspectos del cuento fantástico; la musicalidad, el humor, el erotismo y lo lúdico en la literatura; la imaginación y el realismo, la literatura social y las trampas del lenguaje, todos ellos encarnados en lecturas y ejemplos tomados de la cultura universal. Las clases llegan a su punto máximo de interés cuando Cortázar, ya en la edad de los balances, se refiere a su evolución de escritor y analiza su obra: cómo nacieron los cronopios y cuentos insuperables como «La noche boca arriba» o «Continuidad de los parques»; el sentido deRayuela y su proceso de escritura; el desafío deLibro de Manuel, etc.
Quien lea la minuciosa y fiel transcripción de trece horas de grabaciones, al cabo de este encuentro con el Cortázar oral, encontrará el mismo valor que encuentra en sus textos: la soltura y cercanía, la vastedad de lecturas, la honestidad intelectual, la imaginación y el rigor de tamaño profesor.