Selección, traducción y prólogo de Amalia Sato En 1904, cuando Ogai era ya un autor consagrado, se opuso al naturalismo imperante en las jóvenes generaciones. A partir de 1909 su obra cambia de un modo significativo, volviéndose profundamente crítica. A causa de las guerras con China y Rusia había crecido la tensión entre los intelectuales liberales de tendencia minken y los nacionalistas, de ideología kokken, lo cual presagiaba tiempos conservadores y un Estado absolutista. Ogai sufrió la represión y la censura oficiales. Los escritos incluidos en este libro –como el extraordinario relato inicial sobre Auguste Rodin y la modelo y bailarina japonesa Hanako–, que van de 1909 a 1911, serán la respuesta de Ogai contra aquellos actos de avasallamiento. La claudicación de los ideales de la juventud, la libertad coartada o la desconfianza ante la modernidad serán los temas de esta crítica y controvertida etapa del escritor. Ogai exageró su destino “elitista” con premonitorios ejercicios de una vanguardia solitaria. Su peculiar racionalismo lo lleva a un particular idealismo: en la búsqueda de algo trascendente, más allá de la experiencia, aspira a un estilo que une realismo (shajitsu-ha) e idealismo (risô-ha). Su consideración, ejercida desde Occidente, vuelve más rica esa “distancia”. El libro En construcción rescata la obra intermedia de Mori Ogai, quien entre todos los camaradas del campo literario fue capaz de sostenerse en mundos opuestos a lo largo de su vida, sin renunciamientos. Su pasión intelectual y su lúcida incomodidad son reflejo de ese momento de espléndida adolescencia intelectual de Japón. Amalia Sato