Cuando era una joven aspirante a escritora, Carmen Maria Machado conoció a una chica menuda, rubia, de clase alta, licenciada en Harvard, sofisticada y fascinante con la que inició su primera relación lésbica, después de varias experiencias sexuales con hombres. La chica poseía una idílica cabaña en Bloomington, Virginia: la casa de los sueños del título. Pero los sueños se convirtieron en pesadillas cuando la novia de Machado empezó a mostrarse celosa, controladora y paranoica, para luego acusarla de engañarla con todo el mundo y acabar agrediéndola verbal e incluso físicamente.
Este libro es el testimonio de una relación tóxica, que en este caso no tiene como agresor a un varón heterosexual de mentalidad patriarcal y machista, sino a una lesbiana. Y este es un primer elemento que da valor al texto: la denuncia de la violencia en la pareja dentro de la comunidad queer. Pero la calidad excepcional de la propuesta de Machado va más allá: en lugar de quedarse en un mero ejercicio de testimonio personal, utiliza la historia vivida –y sufrida– para explorar más a fondo el tema, jugando literariamente con él. Y lo hace mediante la manipulación de los géneros narrativos –la novela romántica, la erótica, la de iniciación, la de terror...–, lo cual le permite contar su historia y reflexionar a la vez sobre cómo contamos todos las nuestras.