Mi Emily Dickinson de Susan Howe es uno de los ensayos más bellos y complejos que una poeta le ha dedicado al trabajo de otra poeta. En él, Howe extiende un tejido de citas que convocan distintas aristas de aproximación a la escritura de Dickinson: influencias literarias, biografía, poemas, cartas, contexto histórico y el frágil contacto entre el exterior y la intimidad. Howe respeta los límites de la obra de Dickinson, su particular vastedad, a la vez que respeta su propia escritura: alejado del ensayo académico y de las convenciones, Mi Emily Dickinson está pensando también cómo ensayar lecturas, qué cruces son posibles para leer la singularidad de la obra de una mujer que rebasa su tiempo y los lugares desde los cuales se ha leído lo femenino. «Jamás captaremos a Dickinson en una sola interpretación. La necesidad más profunda de su alma fue huir de semejante esterilidad forzada», escribe Howe. Asimismo, este ensayo no se deja capturar en una sola lectura. Es una invitación y una rebeldía ante los modos de comprensión.